Pedals de Occitania 2011 (4ª etapa)

Antes de nada aprovecho para dejaros el video resumen de toda la pedals de occitania, para los que os aburráis:
4ª ETAPA. Jueves 10 de Agosto.

Una de las cosas que más pueden asustar cuando planeas emprender una aventura de este tipo, es evitar las averías y caídas desgraciadamente tan frecuentes en el mundo montanbaikero. Para evitarlo solemos ir cargado de todo tipo de herramientas y utensilios más propios de una película de terror que de una banda de taraos sobre dos ruedas. 

Bien, en nuestro caso, hasta el final de la etapa anterior no tuvimos que hacer uso de ninguno de ellos. La verdad es que al ser cuatro “riders” la probabilidad de que a alguno nos pasara algo era bastante elevada, y como no podía ser de otra manera el agraciado fueeeee….chan, chan, chaaaaan… 

El presi del club, “Sir” Julius I de 3 Cantos, 

Sí, me refiero a ese hombre que seguirá de por vida vinculado a su Valencia natal merced a sus propiedades inmobiliarias (sigue teniendo la plaza de garaje del piso en el que vivió hasta los 8 años), ese hombre que es capaz de presidir un club ciclista y no darse cuenta que tiene la cubierta trasera más gastada que la primera caja de condones de Rocco Siffredi sí amigos, Julius pasó su momento crítico esta tarde…y es que a diferencia de Jesucristo, la cubierta de Jules al tercer día “reventó”… 

Me explico, cuando estábamos llegando a Saint Bertrand de Comminges se dio cuenta que se le habían saltado 4 tacos de la cubierta con el riesgo de un inminente reventón…bueno llegamos a L´Oppidum dispuestos a repararlo de la manera más grotesca posible, y así lo hicimos…

¿llamar al servicio técnico de alguna tienda de bicicletas cercana? 

¿Avisar al dueño del hotel para ver si tenía alguna cubierta de repuesto? 

¿Llamar a la organización y decirles que nos trajeran otra cubierta al día siguiente cuando se pasaran a recoger el equipaje? 

Sí, ciertamente parecen buenas e inteligentes soluciones, pero un auténtico grotesco se caracteriza por dar esa vuelta de tuerca adicional que desmorona cualquier coherente razonamiento de manera fulminante, así que antes de comenzar esta jornada Sir Jules forro la zona cero de la cubierta con…chan, chan, chaaaaaaaan…

Ciiintaaa aislanteeee!(en su variedad americanis cintae)

Si señores, más de 12000 euros en bicicletas y un puto trozo de cinta americana de los chinos tiene en sus manos la capacidad de decidir si Jules llega a Vielha o se queda por el camino abriendo una granja de patos. 

Bueno, el caso es que salimos tempranito pensando que la jornada de hoy era particular, después de haber rozadoel cielo en la etapa de ayer, hoy a priori teníamos que hacer la jornada más atípica de la Pedals. Por delante 41km y apenas 700 m de desnivel que parecían prever una etapa tranquila, sin grandes puertos que salvar en el perfil, y con la cinta aislante más aislante que nunca la verdad es que nos las prometíamos muy felices, pero para empezar lo primero que falló ese día no fue ese invento adhesivo no, fueron las piernas de Iñaki.

Hasta hoy el machaka de Baraka la verdad es que se había comportado como el tigre de la margen izquierda que se supone que es, acostumbrado a correr delante de la Ertzaintza y a levantar pesados cocteles molotov no debía tener muchos problemas en completar la ruta, pero misteriosamente, en el kilómetro 1º de una etapa hasta entonces muy muy sencilla me suelta en su perfecto acento vascuence:

Iñaki: <acento vasco>“Bufff, bufffff….Hoy huelo la pájara y así, eh?” </acento vasco>

Antonio: “¿Si? ¿De quién? Veo a Julio y a Vane muy enteros, ¿no?” 

I: <acento vasco>“!!!Que hostias Julio ni Vane!!! La pájara mía jodeeer!!” </acento vasco>

A: WTF??? Cómooor?  

Pues sí, nadie sabe cómo ni porque a Iñaki le vino a visitar el tío del mazo en el mismo momento en el que comenzaba una rampa muy empedrada que no dejaría de subir durante cerca de 4 kilómetros (que se escriben rápido pero pasan lentos). La verdad es que al principio me parecía raro que se hubiera venido abajo, pero su cara lo decía todo, y sus continuos bufbufs no engañaban, la primera pájara de la PDO goes to..... Iñaki!!!

Aun así, hay que reconocer que se comportó como un auténtico jabato y no tuvo problemas en cepillarse un tramo que a mí personalmente se me hizo muy duro. La zona de Paloumeres hay que reconocer que es tan bonita como rompepiernas, y no sé si por no tenerlo previsto pero yo también pasé los peores momentos de la ruta. A esto hay que añadir que a pesar de llevar 4 roadbooks, 2 GPS´s y diferentes tracks de la ruta, como no podía ser de otra manera nos perdimos. No sabemos muy bien donde ni cuando, pero nos fuimos inmiscuyendo en un camino con cada vez más barro que hacían muy difícil y a veces imposible pedalear.

Pasados 4 o 5 km tuvimos que reconocer que nos habíamos perdido, y vosotros, hombres de España , sabéis perfectamente qué preferimos pasar 4 días en una celda de castigo sin luz, ni agua antes que asumir que no sabemos donde estamos, pero cuando el camino se puso feo tuvimos que reconocerlo…Yo directamente le eché la peta a Julio…

<disimulando>”joder tío, es que no miras el gps coño…..” </disimulando>

A todo esto, la cinta americana (china en este caso) bien, gracias.

Este incidente la verdad es que consumió gran parte de nuestras energías, hasta tal punto que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que personalmente esta inofensiva etapa se me hizo la más dura, y es que incluso tuvimos que rehacer buena parte del camino, y eso jode, no tanto como reconocer que te has perdido pero jode… 

Bueno, a eso de las 14 prácticamente deshidratados y con Iñaki despotricando por la evidente carencia de bares en un país que se supone es el primer mundo (no olvidaré su sentencia: <acento vasco>“Ahí va la hostia!! Si en cualquierrr aldea española hay el trrrriple de bares que en toda la rruta joder!!<acento vasco>), llegamos al primer bar que nos encontramos en 30 kilómetros, allí con un poco de mono de azúcar, y bajo la atónita mirada de Julio nos pedimos 3 cocacolas. En ese mismo momento Julio mira ese líquido negro como el chimpancé que tiene la oportunidad de coger un mechero…

...nos mira extrañados...

...mira la cocacola...

...nos mira extrañados...

...mira la cocacola…

y en un perfecto francés se dirige al camarero y le suelta: "Du bieggg!!!" se pide dos cervezas…!!! Ese es mi presi!!! 

Bueno, la verdad es que este momento también quedará marcado por el pedazo de bocata que nos metimos entre pecho y espalda. El bocadillo nos lo hizo el abuelete del hotel L´Oppidum y no llamaba tanto la atención ni su tamaño (más de 30 cm), ni su peso (750 gr) no, lo que llamaba la atención es que venía envuelto con…chan chan, chan…. 

 

Ciiiinta aislanteeeeeee!!!! (en su variedad carroceris cintae)

Os lo juro, vale que sirva para evitar que mueras electrocutado en tus labores de electricista frustrado, incluso aceptamos que evite que a Julio le pete la rueda en medio de una trialera de bajada, pero coño…para envolver un bocadillo?? Qué país, oulala, qué país…el dia que descubran el papel alumínico lo petan...no tendrán bares, pero un ingenio,… 

En estas, Vane y yo dejamos a Jules y a Iñaki echándose una breve siestecita en el porche del bar, y nos dispusimos a acabar lo que quedaba que no era poco, una subida marcada en el roadbook como subida fuerte que iba a hacer digerir los restos del adhesivo con toda rapidez. 

A partir de aquí no sé porque Vane me dio una lección (y van…) de capacidad de sufrimiento y de adaptación a la btt, de verdad, yo miraba con pavor el libro de ruta porque quedaban todavía cerca de 20 kilómetros y sin embargo ella no solo no rechisto sino que disfrutó como una enana. Se cepillo la subida como una leona e incluso llegamos al alojamiento de llegada antes que la pareja siestera. Un 10 para ella (y van…)

Esta vez nos alojaríamos en “Le Bois Perché” un albergue juvenil más propio de la copia chunga de “Los albóndigas en remojo atacan de nuevo” que de un hostal rural con encanto tan típico en esta ruta. El sitio estaba lleno de pequeños niños adolescentes que revoloteaban y nos miraban con esa cara de “os vais a cagar esta noche, aquí no duerme ni Napoleon Bonaparte”, pavor…

El resto del día aprovechamos para ducharnos y descansar en la terracita de la habitación, luego antes de cenar nos tomamos una cervecita con dos amigos catalanes que estaban haciendo la ruta, Rafa y Josep, ambos venían solos, Rafa en cuatro días y Josep en tan solo 3 días y encima con alforjas, vaya tela…

Aprovechamos la tarde noche para cenar con ellos (y voy a pasar muy rápido el momento cena, pero auténticamente bochornoso, no queríamos el canard con pasta del día anterior, pero lo que nos pusieron en este sitio fue auténticamente bochornoso) y echarnos unas risas. Después, antes de irnos a dormir, otra cervecita y algún gin tonic y pa la saca…a descansar que mañana toca la subida al col de Mente.

La cinta americana intacta, está claro que junto a las cucarachas y a chuck norris sería lo único que aguantaría el paso del tiempo en el reactor de Fukushima… Mañana más.