PÁGINAS

lunes, 29 de agosto de 2011

Pedals de Occitania 2011 (2ª y 3ª ETAPA)

Antes de nada aprovecho para dejaros el video resumen de toda la pedals de occitania, para los que os aburráis:
2ª ETAPA. Martes 9 de Agosto.

Bueno, inicialmente esta segunda etapa partía desde Bagneres de Luchón y acababa en St. Bertrand de Comminges, en total 63km y casi 1850 m de desnivel, que a todas luces convertían a la jornada en la etapa reina de la ruta y nos hicimos caquita. Me explico, decidimos que para no sufrir más de la cuenta debíamos partir esta jornada, y debido a la escasez de alojamientos en la zona, solo se nos ocurrió trasnochar en Bourg D´Oueil, un pequeñísimo pueblo situado a casi 1200m de altitud y que cuenta con un solo alojamiento, Le Sapin Fleuri. Esta localidad, se hizo famosa hace dos años en el Tour de Francia ya que desde él comienza el Port du Balés, lugar donde en la edición del 2010 ataco Andy Schleck a nuestro Alberto contador, con la mala suerte de que el Luxemburgués sufrió una avería en la cadena que aprovecho el de Pinto para situarse líder y dar un golpe mortal al Tour. Este polémico episodio ha traído mucha cola, y como digo, puso en su sitio tanto a este joven puerto como a la localidad donde trasnochamos.

Bueno, tras esta breve introducción comentar que este “paseíto” de menos de 20 km, llevó algo más de 3 horas a los pros y casi 5 a Vane y a mi. El motivo? Pues muy sencillo el trayecto es en continuo ascenso pero prácticamente no dejas los senderos, trialeras y demás caminos de “difícil” (y divertido) tránsito. Como os digo se sale de Bagneres de Luchón, tras un desayuno que estaba a la altura del hotelazo, e inmediatamente se comienza a ascender por una trialera sumergida en un frondoso bosque que hace que estés más tiempo luchando por mantenerte encima de la bici que pedaleando. No sé para el resto, pero a mi me parecieron unos kilómetros muy muy bonitos, subidas con piedras, trialeras de bajadas, subida de escalones, curvas imposibles, buffff, una pasada de verdad, hay que estar allí para saber de lo que hablo.




Como os he dicho Iñaki y Jules nos dejaron de salida, y les dijimos que esta vez no nos esperaran hasta la meta, al final, debido a lo complicado del terreno, les aguantamos una horita larga, hasta que a la salida de Saint Aventin (otro de esos pueblos en los que te das cuenta que solo por pasar por el ha merecido la pena el viaje) nos dejaron definitivamente.

Desde aquí hasta Bourg d´Oueil se atraviesan dos pueblos y la tónica es la misma, senderos, senderos y senderos…….de 10! Así hasta Bourg d´Oueil, allí, en le Sapin Fleuri nos esperaban ,escondidos detrás de una enorme jarra de cerveza, la pareja líder.  Guardamos las bicis en un establo cochambroso, y les acompañamos con otras respectivas cervezas. Además un “bocata del pastor” (tortilla, jamon, queso y tomate) hizo el resto, eso si, bocata+biere (15 pavos)… a un francés se la vas a dar tú, JA!!!

Como llegamos bastante prontito tuvimos toda la tarde para nosotros, siesta, paseo por el pueblo, cervezas, futbol francés y una grandiosa cena compuesta por Vino, Quiche, entrecotte y tarta tatín hicieron que pasaramos sin duda uno de los mejores días de toda la ruta. De verdad que no puedo dejar pasar la oportunidad de deciros que fue una de las tardes más agradables que recuerdo haber pasado nunca con la mtb a cuestas…gracias chicos.

3ª ETAPA. Miercoles 10 de Agosto.

Tras un reparador sueño, los grotescos nos reunimos en el comedor del restaurante para meternos entre pecho y espalda un tremebundo desayuno que nos preparara para la que “a priori” era la etapa más dura (para nada, la del col de Mente supero a esta de largo). Así comenzamos a ascender por carretera el mencionado col de Balés.
Este ascenso va ganando metros al terreno poco a poco, hasta que tras una fuerte curva dejamos definitivamente el asfalto para introducirnos por una pista pedregosa en la auténtica  4ª dimensión. De verdad las 4 horas posteriores a este desvío son para pedalear, callar y deleitarse con lo que te rodea, creo que las imágenes van a hacer mejor que yo el trabajo. ESPECTACULAR.

No sé si por la belleza del paisaje, o debido a que nos encontrábamos muy enteros la subida no se hizo para nada dura, técnicamente no tiene ninguna complicación lo que favorece que Vane pase su primer gran dia, deja al margen los técnicos senderos que han dominado hasta hoy, y recibe con los brazos abiertos las amplias pistas que dominan esta etapa. De esta manera, poco a poco, tras más de 14 km de ascenso, comenzamos a descender. Inicialmente por una pared vertical de barro y fango que hace que ni intentemos bajarla montados, son unos 200m en los que se pierden otros tantos de altura, no soy un hacha de las matemáticas pero algo me dice que estábamos con un porcentaje elevado. Desde este punto hasta que volvemos a coger la pista de descenso pasan los 4 kilómetros más complicados de toda la jornada, arboles, arroyos y piedras hacen que haya que andar con cuidado y reducen la velocidad media del grupo. Aquí, Jules e Iñaki volvieron a poner pies en polvorosa y se lanzaron a tumba abierta en un vertiginoso descenso por buena pista de más de 10km. Esta bajada no es especialmente divertida, pero te permite descansar en un entorno espectacular, las cascadas y los riachuelos hacen que te olvides de las sequías, y así poco a poco llegamos, tras atravesar Sost y Esbareich, dos pequeños pueblos donde el silencio era ensordecedor, hasta Mauleon-Barrouse. 

Alli, tras atravesar el Río se encontraban nuevamente parapetados tras sendas cervezas nuestros compañeros de Ruta en un bar de significativo nombre…El Oasis. En éste sustituímos las palmeras y los cocos por la cerveza y los entrecottes, nada del otro mundo, pero en esas condiciones, hasta un plato de tornillos de estrella bien aliñados te saben ricos.

Tras la ingesta lo de siempre, el perezon, pero había que acabar la ruta, lo peor es que faltaba ascender un pequeño puerto de 5 kilómetros que asustaba por la solana que estaba pegando. Antes de llegar a él, pasamos uno de los tramos más encnatadores de la jornada, el que transcurre alrededor del Castillo de Comminges, su empedrado, el castillo y el entorno te trasladan directamente al medievo, merece la pena estar aquí…de verdad que si.
El amenazador puerto no fue más que un pequeño alto en el camino, 4 km de asfalto en una carretera regional que se suben sin mayor problema, luego otros tantos de descenso te conducen hasta la localidad de Saint Bertrand de Comminges, pueblo caracterizado por la peculiar catedral romanico-gótica que gobierna desde las alturas todo el valle. Llegamos al hotel L´Oppidum, bañito a las bicis y a los jinetes y a disfrutar de la tarde.

Este pueblo la verdad es que te invita a pasear por sus calles, nosotros lo hicimos antes y después de la pantagruélica cena con las que nos deleitó el particular viejecito que regenta el hotel. Mastodóntica sopa de verduras ( que gusto da que te dejen todo el perolo para nosotros cuatro), surtido de entremeses, ensalada, pate de pato, y después medio Canard para cada uno acompañado de medio plato de tagliatelle…arf, arf… varias cervezas, vino, y de postre una deliciosa tarta de manzana…esta vez no hubo copa ni puro, sencillamente no cabían. El café nos lo tomamos en una encantadora terraza del pueblo desde la que vimos anochecer (no  os he comentado que esta gente te sirve la cena a las 19.30), visita nocturna a la catedral y a dormir en el hotel rancio hotel…(como te digo una có te digo la o). zzzzZZZZzzzzzz

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2 comentarios:

  1. Antonio, muchas gracias por tu gran crónica!

    Qué recuerdos y qué fotazas tan espectaculares! Una gozada el haber estado allí y poder verlo in situ. Es difícil elegir entre todas las etapas cuál me gustó más, pero la del miércoles, en cuanto a paisajes, fue sencillamente IMPRESIONANTE!!!

    Por cierto, no conocía tus dotes literarias, pero me estás poniendo el listón muy alto para cuando tenga que escribir próximas crónicas... ;)

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  2. Enhorabuena chavales!!! ahora podréis escribir un capítulo más de vuestra grotesca aventura. Disfrutad por fin de vuestra merecida última etapa. Un abrazo.

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